Cuando se casó Lucía, en el 98, las mujeras del Servicio tuvieron la sucia idea de organizar una despedida del soltera con boy y toda la pesca. Aquí podemos ver a Kuma, Candeli y Mª Antonia diciéndole unas cosillas a este espécimen (parece ser que le estaban recitando poesías de Góngora). Gracias a las propinas que recogió en este acto, el garrulo-boy pudo volverse a Alfarnate, comprarse unas faneguillas de tierra y dedicarse a arrancar papas, que era lo suyo...