Conforme íbamos metiéndole mano a casos cada vez más complicados de vitrectomía, estaba algo inseguro sobre cuando segmentar, delaminar, extirpación en bloque, etc., de la proliferaciones en la cirugía de la retinopatía diabética proliferativa. Unas veces salían en bloque, con poquísima tracción, y otras veces no había forma de meterles mano, de encontrar un plano de clivaje. En cualquier caso, en contra de la corriente oficial, me quedo con la idea de que "menos es más": el hacer una limpieza extensísima sirve para que la retina quede "más bonita", pero no para que haya un resultado funcional mejor. Con que quede impecable toda la zona macular hasta fuera de las arcadas, es suficiente para mí, y además acortamos el tiempo de la cirugía. Una precaución importante es utilizar un suero de infusión limpio, sin adrenalina: evitar la vasoconstricción mantenida puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso en el diabético. Este vídeo que viene a continuación es de un paciente que padecía un desprendimiento macular tipo "tabletop". Cinco días antes de operarse se le puso una inyección intravítrea de Avastín (r). Tras la operación pasó de una agudeza visual de 0.1 a 0.7 en tres meses. En el ojo adelfo, con una cirugía idéntica, sucedió lo contrario: pasó de 0.6 a 0.2 (se complicó con un DR, catarata...) Pero por lo menos son unas agudezas que podemos decir definitivas, pues ya no existe la gran retinopatía diabética proliferante activa prequirúrgica.