Mejor reír que correr Diario Sur. Javier Flores / RondaFecha: 16/07/2010
Un grupo de expertos aseveraron ayer que la risa beneficia a nuestro cuerpo, ya que cinco minutos riendo equivalen a 45 realizando ejercicios aeróbicos
Risas hay discretas y expresivas, escandalosas y reprimidas, francas y sarcásticas pero todas tienen algo en común: son saludables. Hablamos de la risa, esa reacción humana que cuando la tenemos en los buenos momentos los hace aún mejores, y cuando la tenemos en los malos hace que sean más llevaderos. Un acto tan cotidiano y que sin embargo pocas veces nos paramos a analizar. Y eso precisamente hizo ayer un grupo de expertos en los Cursos de Verano de Ronda, durante el seminario La búsqueda de la felicidad: cómo genera el cerebro placeres y emociones.
Algunas de las conclusiones a las que llegaron fueron sus innegables efectos positivos para nuestro cuerpo. No en vano, cuando nos reímos aumenta nuestra presión sanguínea y la ventilación de nuestros pulmones, y movemos de forma involuntaria hasta 400 músculos. Otro dato que demuestra la intensidad de esta respuesta fisiológica es que en una carcajada el aire que expulsamos por la boca puede llegar a alcanzar los 100 kilómetros por hora. Tales son estos efectos que hay quien asegura que 5 minutos riéndonos equivale a 45 realizando ejercicios aeróbicos, como la natación, el spinning o el aeróbic. Aunque otros no lo ven tan claro: "Yo me paso todo el día riendo y me sobran unos cuantos kilos", bromeó Alfonso Blanco, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Sevilla.
Más ventajas, en este caso en lo referente a al aspecto emocional: la risa produce la liberación de endorfinas, unas proteínas que también se segregan durante la realización de algún deporte y que están asociadas al bienestar y al placer, y se produce un efecto de relajación en nuestro cuerpo y en nuestra mente. Por eso, según explicaron los expertos, cuando se logra que un paciente con depresión se ría, se observan mejoras en su estado de ánimo.
Además de sus efectos, también es digno de analizar sus causas, el humor que se encuentra detrás de la reacción. Es decir, por qué nos reímos. En este sentido, tampoco existe un único motivo, ya que a veces nos reímos de algo que en el fondo pensamos que no tiene gracia alguna y otras veces, en cambio, algo que sí consideramos gracioso no nos produce carcajada alguna, como suele ocurrir con el famoso humor inglés. Del mismo modo, y aunque a veces se considere así, la risa no es lo opuesto al llanto, ya que la risa a veces produce llanto.
Con tantos beneficios, la risoterapia ha ganado muchos adeptos a lo largo de los últimos años, y ya son muchas las ciudades en las que se celebran talleres y cursos como una forma de sana diversión, ejercicio y rehabilitación para problemas de salud de diferente índole.
Durante la mesa redonda también se debatió sobre si la risa es un acto de naturaleza exclusivamente humana o también se da también en el mundo animal. Aunque esta última hipótesis resulte descabellada a priori, existen experimentos que apuntan en esa dirección, según explicó María Rosario Pásaro, catedrática de Fisiología de la Universidad de Sevilla. Por ejemplo, se ha comprobado que se puede estimular a las ratas para que tengan una sensación similar a las cosquillas humanas, ya que emiten un sonido distinto al habitual y además buscan esa estimulación.
Como idea final, una frase lapidaria parece resaltar por encima de todas las demás, en la que expertos y alumnos parecen estar de acuerdo: "Una persona que no sea capaz de reírse no puede se feliz".