Ha estado hoy Luis Gualda por allí; me ha dado una gran alegría volver a verlo, además con tan buen aspecto; parece que los años no pasan por él...
Luis Gualda es un anestesista pediátrico ya jubilado al que todos recordamos, aparte de por ser una gran persona y un gran profesional, por ser el mayor creador de juegos de palabras que ha dado la humanidad. Por ejemplo, si se operaba un niño negrito de cataratas, enseguida decía "esas serán las cataratas del Nilo, ¿Verdad?" y cosas así. De hecho, hoy, mientras le poníamos gotas a un familiar, me dice "Daos prisa con los colirios, que se está aGOTAndo el tiempo..."
Anécdotas aparte, le he mostrado muy efusivamente mi alegría al verlo; por dos cosas: primero, porque me alegro de verdad, y segundo porque no hay situación más triste que ver a un compañero que fue en tiempos muy importante en el hospital, al que llamaba "la casa", que hizo innumerables favores, vagar como alma en pena por esos pasillos, sin que nadie lo conozca, sin que nadie lo salude... Algún día nos pasará también a nosotros. Por eso, nuevas generaciones: tratad siempre a vuestros mayores ya jubilados con todo el cariño y respeto que se merecen. Contribuyeron a tu formación y te hicieron favores cuando pudieron. Es de bien nacido ser agradecido. (Esto tiene una salvedad: a l@s facultativ@s cabronaz@s que te hicieron a ti y a otros la vida imposible, que fueron mal@s compañer@s, que hicieron cosas como por ejemplo llamarte 6 veces "oftalmólogo hijo de puta" mientras operabas una herida perforante -verídico... preguntad en un desayuno si queréis por la historia completa-, a esos, ni agua).