Pero sobre todo me ha dado pena porque al ver una película así te das cuenta como han cambiado las cosas (a peor). En una sociedad como la actual, en la que todo funciona dictatorialmente a fuerza de decreto ley ¿Os imagináis, ni por asomo, que se hiciera una película así? Una peli en la que salen niñas vestidas de putillas (para mí, graciosísimo, para otros incitación a la pedofilia), en que los niños fuman y beben (como siempre hicimos, jugando de pequeños) y en la que hay matanzas estilo día de San Valentín (matanzas a tartazos, pero incitación a la violencia, al fin y al cabo). Hoy, esta película haría salir de la cueva a una legión de mojigatos que pondría el grito en el cielo. Lo dicho. Hemos ido para atrás.