Le voy a tener que dar la razón a Tim Robbins cuando dice que ya no lee periódicos ni ve la tele "para escapar de la política del miedo..."
Tiene miga que cuando por fin nos hemos sacudido el yugo de sentirnos culpables por disfrutar las mejores cosas que tiene la vida (lujuria, gula, pereza), nos vengan ahora los sandías estos con el pecado capital de "calientogénesis". A mí con esto, me entierran.