Historia número dos: Mi formación quirúrgica en retina durante la residencia fue igual o peor que la que se puede hacer ahora. Ayudé cuando había que ayudar y como primer cirujano puse un hilo de Arruga y un cerclaje de 2.5. Bueno, 80% de un cerclaje, porque lo tuvo que terminar Rafael Garín. Cuando me hicieron el primer contrato en el hospital, estaba pletórico de alegría, y en mi primer día de trabajo le pregunté a Baltasar Ramos, que era el jefe en aquellos días, “A donde voy hoy?¿Qué hago?”. Me puso un quirófano de tarde. En aquella época había algunos quirófanos por la tarde. El parte consistía en dos desprendimientos de retina, uno de ellos de un ATS del hospital. Bueno, tardé el triple de lo que tardo ahora, pero se curaron los dos…
Historia número tres: A lo largo de los cuatro años de MIR, el residente que quiere, puede ayudar a retina, poner bandas, hacer algunas vitrectomías… Todo el mundo, sobre todo de R4 anda ansioso por hacer cosillas de retina. Igual o más de lo que hice yo, desde luego. Cuando acaban, y hablo en general, van a un hospital comarcal y remiten todos los DR “a la casa madre” Y no quiero señalar, pero vamos a ver. ¿Para ke k*ño diste tantísimo la vara para operar retinas si ahora nos las envías todas? ¿No puedes poner una simple bandita? ¿Qué la primera que pongas solo te va a costar los sudores de la muerte? Ya. Pero ¿Es que te quieres quedar toda la vida para operar cataratas y punto? Debe de ser eso; desde luego es lo más cómodo…
Historia número cuatro: He colgado en internet una cirugía escleral paso por paso (por cierto hecha por un residente, conmigo de ayudante). Igual alguno se anima con esta “chuleta digital…”