Pensaba en varias cosas, durante la charla:
- Lo bien que olía la compañera que tenía al lado. ¡Que bien huelen las mujeres!. Pero eso es un tema aparte, vamos a lo que vamos.
- El tremendo vacío que genera el hacer una residencia carente de rotación lo suficientemente extensa por infantil. Lo digo sin maldad ni Rin-Tin-Tin, es que lo pienso de verdad.
- La suerte que tenemos de contar con unas sesiones tan buenas. Eso sí es calidad y no rellenar cuestionarios chorras por internet.
- La suerte que también tenemos de contar con unos compañeros tan competentes en infantil, intentando mantener un nivel de calidad muy alto a pesar de estar ahogados en trabajo de todas clases.
Por todo esto os animo a que a la más mínima (legañillas, ojillos algo rojos, pinchaeros, etc.) cuando se trate de niños, los envieis a infantil. Van a resolver esos problemas mucho mejor que vosotros.