Esto de los emailers es curioso. Suele ser gente con bastante tiempo libre, porque nada más que para leer y reenviar tanta morralla necesitas un par de horas diarias como mínimo. Están a la caza y captura insaciable de nuevos incautos que les den su dirección de mail para incorporarlos a su lista de correo (que siempre consta de cientos, miles de destinatarios).
Los emailers se subdividen en especialidades, como pasa en la medicina. Tenemos el emailer generalista, con un poco de esto y un poco de aquello. El emailer pornógrafo, con powerpoints de primeros planos de genitales femeninos penetrados por enormes penes. El emailer humanitario, pidiendo que reenvíes el mail para recaudar dinero para tal o cual niñito con cáncer. El emailer alarmista, que te advierte que no abras el mensaje “Windows update for free”, porque se trata de un peligroso virus que te roba el facebook, te formatea el disco duro y además viola a tu mujer. El emailer político-social, que aporta abundante documentación sobre el despilfarro y la corrupción de los políticos de turno. Pero el peor de todos es el emailer tipo La vida es bella. Son emailers especializados en powerpoints –seguramente de procedencia argentina-, que con música de Kitaro de fondo te hablan sobre lo bonita que es la vida, los valores de una existencia sencilla y el respeto a los mayores.
Yo directamente mando todos estos mensajes a la basura. Bueno, todos no. Los de la variante pornográfica los suelo revisar, sólo para comprobar lo bajo que ha caído la moral y la decencia en éste país….