Cada día estoy más convencido que somos un país de tercera. Uno lee los avances que se producen en otras naciones, y la verdad, da vergüenza ver lo a la cola que vamos. Lo último ha sido un gran invento de los rusos, que desgraciadamente no veo que vaya a tener mucho futuro aquí: la escuela de sexo oral. Y estoy hablando del sexo oral, no del sexo Horal (evitar la confusión que sufrió ese paisano de un pueblecillo de la Axarquía que reflexionaba de esta manera: "Hombre... ¡Cómo le va a gustar a las mujeres el sexo Horal! ¡No le gusta a ninguna, lo hacen por obligación! No ves tu que el sexo Horal es hacerlo a cualquier hora... a las tres de la mañana, a las cuatro... ¡Anda que le va a sentar bien a la parienta que la despiertes de madrugá pa practicar el sexo Horal!" -Verídico-
Desde luego, no se puede negar lo útil de estas academias. Me imagino yo al ruso de turno, con su nueva conquista preguntándole "Oye ¿Tu has ido a la escuela?"
El saber no ocupa lugar... ¿O sí?... Mmmmmm... Depende de que saber.