Ayer salí de la consulta bastante contento; al irme de vacaciones había dejado varios casos recién operados, de esos que te dan muchas vueltas en la cabeza, y era la primera revisión que les hacía tras incorporarme. Estaban todos muy bien, por lo que ya os digo que me fui muy satisfecho a mi casa...
Pero con uno de ellos me pasó una cosa que me dejó alelado. Se lo estuve contando a una compañera, pero la historia es tan curiosa que os la voy a relatar aquí. Resulta que el paciente notó hace 6 años miodesopsias y fotopsias en su ojo derecho; acudió a la consulta de un "compañero", que llamaremos de ahora en adelante "el Dr. X". Dicho Dr. le hizo innumerables pruebas (sobre todo muchos campos visuales), y lo diagnosticó de "patología progresiva del nervio óptico". Tras unas semanas/meses de diversos tratamientos medicamentosos, ese ojo quedó prácticamente ciego. Cinco años más tarde el paciente comienza a sufrir en el ojo izquierdo los mismos síntomas, y vuelve a acudir al Dr. X, que le diagnostica también patología del nervio óptico, y además de los consabidos campos visuales le hace un cariotipo, pues eso era de todas todas una enfermedad de base genética (sólo le cobró por la prueba la módica cantidad de 6000 euros). El paciente, como ve que pasan las semanas y está camino de quedarse ciego, acude a otro compañero que le diagnostica desprendimiento de retina en ambos ojos y lo remite al Hospital. Me hice cargo yo del paciente; operé el ojo izquierdo (un mes de evolución del DR) que quedó bastante bien, con una visión sorpresivamente buena para lo malo del caso. En una de las revisiones el paciente me dice "¿Y el otro ojo, qué? Al principio quedé un poco descolocado, pero le expliqué que el DR llevaba 5 años, que sólo tenía percepción luminosas (dudosa) en un cuadrante y que el aspecto nefasto/necrótico de la retina no animaba a intervenir...además podíamos meter el ojo en ptisis bulbi... le desaconsejé la cirugía. Pero él estaba muy animado y decidido a asumir los riesgos: así que lo operé. La cirugía ya os la podéis imaginar (creo que tu estabas allí, Salvador): membranas por todos lados, acortamiento intrínseco de la retina, retinectomía periférica de 360º, plegamiento "en coliflor" de la retina tras la retinectomía, extensión mecánica con pincel de Tano...un show, vamos; yo creo que era la retina más difícil que he operado nunca.
Pues lo veo ayer, con su retina pegada, con muy buen aspecto, viendo 0.1 difícil. Yo no daba crédito, no pensaba que se fuera a curar. Total, que le explico al paciente que la retina está curada, que la visión es muy muy buena para el tomate previo que había, y, ahora viene lo bueno: va el tío y me dice: "Pues ya ve Ud., doctor, QUE ESTUVE LA SEMANA PASADA EN LA CONSULTA DEL DR X Y ME DIJO QUE TOTAL, PARA LA VISTA QUE ME HABÍA QUEDADO, QUE NO HABÍA MERECIDO LA PENA OPERARME". Me que quedé a cuadros. O a polígonos, mas bien. ¿Tan poca cosa nos consideran los "usuarios" a los médicos del seguro? ¿Es posible que la labia obre estos milagros?. Por una parte no tuve más remedio que reirme, pero por otra, la verdad es que me puse de un poquito de "bad milk"...
Pero con uno de ellos me pasó una cosa que me dejó alelado. Se lo estuve contando a una compañera, pero la historia es tan curiosa que os la voy a relatar aquí. Resulta que el paciente notó hace 6 años miodesopsias y fotopsias en su ojo derecho; acudió a la consulta de un "compañero", que llamaremos de ahora en adelante "el Dr. X". Dicho Dr. le hizo innumerables pruebas (sobre todo muchos campos visuales), y lo diagnosticó de "patología progresiva del nervio óptico". Tras unas semanas/meses de diversos tratamientos medicamentosos, ese ojo quedó prácticamente ciego. Cinco años más tarde el paciente comienza a sufrir en el ojo izquierdo los mismos síntomas, y vuelve a acudir al Dr. X, que le diagnostica también patología del nervio óptico, y además de los consabidos campos visuales le hace un cariotipo, pues eso era de todas todas una enfermedad de base genética (sólo le cobró por la prueba la módica cantidad de 6000 euros). El paciente, como ve que pasan las semanas y está camino de quedarse ciego, acude a otro compañero que le diagnostica desprendimiento de retina en ambos ojos y lo remite al Hospital. Me hice cargo yo del paciente; operé el ojo izquierdo (un mes de evolución del DR) que quedó bastante bien, con una visión sorpresivamente buena para lo malo del caso. En una de las revisiones el paciente me dice "¿Y el otro ojo, qué? Al principio quedé un poco descolocado, pero le expliqué que el DR llevaba 5 años, que sólo tenía percepción luminosas (dudosa) en un cuadrante y que el aspecto nefasto/necrótico de la retina no animaba a intervenir...además podíamos meter el ojo en ptisis bulbi... le desaconsejé la cirugía. Pero él estaba muy animado y decidido a asumir los riesgos: así que lo operé. La cirugía ya os la podéis imaginar (creo que tu estabas allí, Salvador): membranas por todos lados, acortamiento intrínseco de la retina, retinectomía periférica de 360º, plegamiento "en coliflor" de la retina tras la retinectomía, extensión mecánica con pincel de Tano...un show, vamos; yo creo que era la retina más difícil que he operado nunca.
Pues lo veo ayer, con su retina pegada, con muy buen aspecto, viendo 0.1 difícil. Yo no daba crédito, no pensaba que se fuera a curar. Total, que le explico al paciente que la retina está curada, que la visión es muy muy buena para el tomate previo que había, y, ahora viene lo bueno: va el tío y me dice: "Pues ya ve Ud., doctor, QUE ESTUVE LA SEMANA PASADA EN LA CONSULTA DEL DR X Y ME DIJO QUE TOTAL, PARA LA VISTA QUE ME HABÍA QUEDADO, QUE NO HABÍA MERECIDO LA PENA OPERARME". Me que quedé a cuadros. O a polígonos, mas bien. ¿Tan poca cosa nos consideran los "usuarios" a los médicos del seguro? ¿Es posible que la labia obre estos milagros?. Por una parte no tuve más remedio que reirme, pero por otra, la verdad es que me puse de un poquito de "bad milk"...
