Particularmente hay un detalle que me llama muchísimo la atención: Desde el principio de los tiempos somos “la vía de escape” de la patología retiniana procedente de Melilla. Y sin embargo, una de las colaboraciones, en un libro de terapias avanzadas de retina, ¡Es precisamente de Melilla!. Digo yo que esto es una muestra irrefutable de que ya no necesitan más de nuestra ayuda… Podremos devolver todas las propuestas de tratamiento ¿No?