Pero el más gracioso de todos es el de la paz: demuestra que decir palabrotas disminuye el dolor. O sea, lo típico del martillazo en el dedo y empezar a blasfemar, pues sirve. Yo os propongo un ensayo interesántisimo, demostrar éste supuesto: Doctor que se ve envuelto en un cacao quirúrgico---> empieza a decir palabrotas a grito pelado----> disminuye su dolor/ansiedad----> tiene mejores resultados finales. A ver si ahora resulta que los más malhablados son los que operan mejor...