Ya sabemos que cuando nuestros residentes salen a la diáspora y van por esos hospitales de Dios, una de las primeras cosas de las que se dan cuenta es de que el nivelillo de conocimientos que tienen "va bastante sobrado"... eso es motivo de alegría para todos, por la parte que nos toca, y desde luego para mí; siempre me ha alegrado mucho que la "marca" Carlos Haya deje el pabellón bien alto.
Bien, pues lo que os decía es que ayer vi un paciente procedente de otro centro (de fuera de Málaga y provincia) al que le habían diagnosticado "un DR leve" y algo así como "Prusias" en el fondo de ojo, unas manchitas blancas... Lo habían visto tres compañeros en el hospital X, y no le habían dado ningun diagnóstico concreto; sólo que había que vigilar el DR. Yo pensé que se trataría de unas drusas y un DR subclínico, pero al examinarlo me encontré un Stargardt de libro, con una retinosquisis temporal inferior bilateral. Como vi que el paciente me ponía una cara un poco rara, algo escéptico (debido a que en dos milisegundos le daba un diagnóstico con absoluta seguridad frente a los tititubeos anteriores de otros tres especialistas), llamé a Estefanía para que confirmara mi juicio clínico. La verdad es que ella tardó un poco más en hacer el diagnóstico... como unos cuatro milisegundos...
Moraleja: queridos residentes: a pesar de la policlínica, los cuponazos, los salientes sacrificados en aras del bien del Servicio, etc., salís con un NIVELAZO. No sólo quirúrgico, sino clínico. Son muchas cosas las que contribuyen a eso: la gran cantidad de pacientes que atendemos, el sacerdocio de Jacinto con el tema docente, el granito da arena que ponemos el resto de personal del Servicio... muchos factores.
Así que ya sabéis. A estar contentos y felices y menos caras largas. De hecho, como muestra de agradecimiento, no sería mala idea otra cena-convite de paso del ecuador de la residencia y la más gorda de todas, al acabarla. Lo estudiaremos.