Alguna vez he comentado con Don Jacinto Villalvilla (que Dios guarde muchos años) el curioso fenómeno de como el estado del primer paciente que se ve en consulta determina la tónica general del día; es decir, ves al primero, y si está bien, se sucederán una serie de pacientes que están evolucionando estupendamente. Ahora, que si el primero está mal, vas listo... Todos los demás van a tener complicaciones, evoluciones inesperadas, etc. Hoy me ha sucedido eso: Veo la primera ficha y pienso "¡Adiós! ¡El paciente que tras la vitrectomía ha hecho un coroideo bestial y la retina inferior estaba dudosa tirando a mal!". Lo veo, y todo está correcto, todo en su sitio y muy buen aspecto. Fenomenal. El resto de la consulta, estupendamente. Y lo contrario también pasa: si con el primer enfermo te llevas un chasco, descuida que a continuación vendrán más jarros de agua fría.
Por lo visto esto existe desde hace tiempo en los comercios chinos: tienen la superstición de que el primer cliente del día marcará la tónica de las ventas subsiguientes. El primer cliente tiene que comprar algo sí o sí. Así que ya sabéis si sois el primer cliente del día de un comercio chino, apretadles las tuercas con el precio... Igual conseguís una ganga...
Por lo visto esto existe desde hace tiempo en los comercios chinos: tienen la superstición de que el primer cliente del día marcará la tónica de las ventas subsiguientes. El primer cliente tiene que comprar algo sí o sí. Así que ya sabéis si sois el primer cliente del día de un comercio chino, apretadles las tuercas con el precio... Igual conseguís una ganga...
